23-J: Imágenes de la ruta norte en Madrid
A las 18 horas fue apareciendo la gente en Plaza de Castilla, esperando a los marchantes que habían llegado desde Bilbao, Vitoria, Cantabria, Burgos, etc., el día anterior, acampando en Parque Norte. El encuentro se produjo con un "abrazo calentito".
La marcha hacia Sol fue alegre, festiva, sin parar de gritar y cantar: "De Norte a Sur/ de Este a Oeste/ la marcha sigue.../ cueste lo que cueste"; "Lo llaman democracia y no lo es"... "No nos representan" (al pasar delante de Ministerios y sedes oficiales), "Culpables" (señalando con el dedo cada vez que pasábamos delante de una sucursal bancaria), "Ahí está, ahí está, la cueva de Alí Baba" (al pasar bajo las torres de Plaza Castilla)...
En cabeza los jóvenes (mayoría), que han protagonizado la marcha caminando desde el norte, marcando el ritmo, iniciando los cantos, conectando e incluyendo a todo el mundo. Muy potente. Se iba sumando gente, otros aplaudían al paso de la marcha.
Bajamos "tomando", literalmente, el Paseo de la Castellana (desde un lateral, echaron a correr hasta cortar todos los carriles centrales), luego bajando por Miguel Ángel, Almagro, cortando la calle Génova, cada vez más estrechos, hasta la calle Hortaleza, Fuencarral, ante el asombro, la simpatía o el desconcierto según los casos, de la gente en las terrazas de los bares, en los balcones... Finalmente cortamos Gran Vía en plena euforía y bajando por Montera, llegamos a Sol, junto con las columnas noreste, este, sur, noroeste, oeste, sureste, invadiendo la plaza desde todas direcciones.
Luego la gran asamblea, con testimonios de los representantes de cada ruta, intercalado con algún rap, flamenco. Intervenciones emocionadas y entusiastas. Entre medias, conexiones con indignados en París, Berlín y otras ciudades europeas. Para acabar con el Gran Silencio, el grito mudo de los indignados de Sol pasada la media noche.
como me gustaria que en mi país fueran asi de organizados.
ResponderEliminarhola liber opîniô. Todo es empezar, se aprende sobre la marcha. Este movimiento está vivo y es contagioso. Empezó con las protestas de Túnez y Egipto, que fueron el modelo y dieron referencia con la no violencia y la actitud de irreversibilidad (sin vuelta atrás). España ha aportado su "caos organizado", como dice la prensa... Y cada país tiene algo que aportar a esta revolución del siglo XXI, que tiene mucho camino por delante.
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